Por Eduardo Vázquez Bécker, con información de Agencias.- El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, anunció en junio pasado que se restringiría el acceso de asilo a su país a las víctimas de la violencia doméstica y de pandillas a su país. Ahora, la medida ya se está aplicando.
De acuerdo a una publicación de CNN, la guía sobre la medida fue proporcionada este miércoles a los funcionarios que entrevistan a los solicitantes de asilo en las fronteras de EE.UU. y que evalúan las solicitudes de refugiados.
Los reclamos basados en el temor a pandillas y violencia doméstica serán rechazados de inmediato, según el documento.
Sessions sostuvo el mes pasado que los inmigrantes están abusando del sistema actual para acceder a la protección internacional que concede Estados Unidos. Además, revocó la decisión de otorgarle asilo a una salvadoreña que escapó hacia Estados Unidos porque había sido violada y golpeada por su esposo.
En diciembre de 2016, la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA) había determinado que la víctima podía aplicar a asilo ya que podía verse como perseguida por pertenecer a un “grupo social particular”.
Sessions consideró que las personas que son víctimas de violencia de pandillas o violencia doméstica no aplican y no pueden comprobar que pertenecen a un grupo perseguido al que el Estado de su país de origen es incapaz de proteger.
“El mero hecho de que un país tenga problemas para regular eficazmente ciertos delitos -como la violencia doméstica o la violencia de pandillas- o que ciertos grupos sean más vulnerables a ser víctimas de un delito, no puede establecer una solicitud de asilo por sí mismo”, indicó Sessions en el documento de su resolución
El cambio muestra que incluso cuando la administración reúne a familias que se separaron en la frontera bajo una política de “tolerancia cero” ahora revertida, continúa adoptando medidas agresivas que podrían reformar dramáticamente la ley de inmigración de EE.UU.
Estados Unidos reunió a 57 niños menores de 5 años con sus padres y deja 46 en espera
El Gobierno estadounidense ha reunido a 57 niños menores de cinco años con sus padres y ha dejado a otros 46 en espera por diferentes motivos después de no cumplir el plazo dado por la Justicia para proceder a reunificar a 103 pequeños que fueron separados de sus familias en la frontera con México.
“Las reunificaciones iniciales se completaron. Durante todo el proceso de reunificación, nuestro objetivo ha sido el bienestar de los niños y su regreso a un entorno seguro”, indicaron en un comunicado conjunto el secretario de Salud de EE.UU., Alex Azar; el fiscal general, Jeff Sessions, y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen.
Los tres miembros de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, aseguraron que sus procedimientos “cuidadosos” de reunificación familiar han prevenido que los niños fueran reunidos con un “presunto asesino”, un adulto “condenado por abuso infantil” y mayores de edad que no son sus padres biológicos.
De hecho, el Gobierno precisó en su nota que no ha podido reunificar a 46 menores porque sus padres tienen “antecedentes criminales graves”, han sido deportados o están encarcelados, entre otras cuestiones.