Enrique Rais lucha por sus derechos fundamentales y sus garantías constitucionales

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Editorial.- Comencemos por aclarar que la demanda civil interpuesta por el empresario Enrique Rais contra la empresa que edita el periódico La Prensa Gráfica, nada tiene que ver con los enunciados de la Libertad de Prensa ni mucho menos con el de la libre expresión que rigen en cualquier estado democrático del mundo. Se trata simplemente del justo reclamo de un ciudadano que ha sido agraviado por mucho tiempo en su honor propio y el de su familia a través de reportajes interesados publicados en los espacios periodísticos de ese medio de comunicación.

Aparte de lo formal, la demanda de Rais contra el mencionado medio reclamando por sus derechos, carece de interés económico porque la cantidad que se reclama como indemnización es insignificante en relación al daño que por tantos años le han causado los demandados. Lo que resulta interesante es el alto valor constitucional de la misma, considerando el estrecho vínculo que existe entre tales derechos, de naturaleza fundamental, y la protección de la dignidad humana

No conocemos el texto de la demanda de Rais contra Dutríz Hermanos, pero si conocemos las historias periodísticas publicadas en LPG y otros medios “espejo” afines, donde por muchos años se ha dañado el honor, la intimidad personal o familiar y la propia imagen del demandante, utilizando para ello reportajes impúdicamente calificados como “periodismo investigativo”.

El origen de ese odio, apadrinado por La Prensa Gráfica, data de cuando su padre era el fallecido alcalde de San Salvador, Héctor Silva.

Silva fue electo alcalde capitalino en marzo de 1997 con el apoyo de LPG; 15 días después de haber asumido la vara edilicia, una misión “especial” de alcaldes pertenecientes al partido fmln, viajó al Canadá en busca de “contactos” para operar el “Proyecto de Desechos Sólidos Municipales. Área Metropolitana de San Salvador” Dicho Proyecto fue concebido organizado y puesto en marcha por Héctor Silva, como la “bandera” que lo llevaría a casa presidencial idea que no compartía Shafik Handal.

Seis meses más tarde el mismo Silva anunciaba al país que el relleno sanitario y el programa de tratamiento de la basura se lo entregaría a la empresa CINTEC Internacional Inc. y a sus “empresas asociadas Soprin ADS y Lynmar” cuyos principales directores eran Antonio, “tony” Cinquino, su representante en El Salvador Pierre Turcotte y los también canadienses Mateo Pasquale y Franco Pacetti

Las tres empresas resultaron ser parte de la mafia italo canadiense, tal como lo informó oficialmente la Real Policía Montada de Canadá al ex fiscal Belisario Artiga.

Desde entonces el alcalde Héctor Silva comenzó a perder hegemonía política y a llenar de piedras el camino que según él lo llevaría a la presidencia de la república.

La Prensa Gráfica no podía ignorar esos hechos porque fueron públicos y reconocidos en los más importantes medios de comunicación, la misma PG entre ellos; lo que vendría a demostrar que ese medio es el principal responsable de la campaña difamatoria contra Enrique Rais por el uso indiscriminado de sus espacios informativos..

Los cientos de publicaciones a las que aducen los abogados de Rais, hechas en los espacios de LPG, están cargadas de expresiones injuriosas y calumniosas pues todos los mensajes publicados cuentan con una carga difamatoria en relación con la honestidad y desempeño del demandante. Si a esto agregamos la significativa frecuencia conque se han hecho las mencionadas publicaciones nos damos cuenta que estamos frente a una campaña difamatoria como pocas en la historia del mal periodismo nacional con la que definitivamente hay que terminar.

Cómo explicarse una actitud semejante para con un ciudadano? Muy fácil, para muestra miremos un botón.

La campaña difamatoria contra el empresario Arique Rais se remonta a los años noventa y pico, cuando el fallecido alcalde de San Salvador, Héctor Silva, abrió las puertas del país a la mafia italo-canadiense a la que le entregó la delicada y difícil tarea de disponer del manejo y desecho de la basura en los municipios controlados por el partido fmln.

La denuncia de un fraude por la desaparición de más de seis millones de dólares que habían pagado los salvadoreños para construir una planta de transferencia ,”dinamitaron” el proyecto de Silva y la falta de explicaciones razonables por parte del entonces alcalde de San Salvador, terminaron con sus sueños presidenciables. Fue el acabose

El sueño de Héctor Silva de llegar a ser presidente de El Salvador se hizo humo, igual que los sueños de su hijo, con su mismo nombre, que jamás perdonaría a Rais por haber recuperado para sí, lo que era un proyecto quebrado por la mafia canadiense y convertirlo en un negocio rentable.

Ese incidente evitó que Héctor Silva saltara a la presidencia de la república, lo que hubiese sido muy desafortunado para el país.

Esa es, sino la principal, una de las razones por las que el periodista Héctor Silva, con otros intereses cruzados, mantiene su campaña de odio utilizando para ello los espacios informativos de medios como La Prensa Gráfica.

Silva, el hijo, fue calificado recientemente por el presidente Nayib Bukele como “sicario informático”

La Prensa Gráfica ha permitido por años que sus espacios sean utilizados por Héctor Silva para manifestar sus resentimientos , expresando de manera reiterada y sistemática frases injuriosas y otras calumniosas, que a su vez materializan vejaciones, insultos, delitos, en fin, expresiones desproporcionadas y humillantes, que evidencian una intención dañina y ofensiva, no con un fin legítimo, sino por el contrario difamatorio. Eso lo podrán apreciar sin duda alguna los honorables magistrados de Cámara que han recibido la demanda de Rais contra La Prensa Gráfica.

Rais tiene el derecho a que se repare su buen nombre y su honra y a ser indemnizado. Así lo dice la resolución del más alto organismo sobre los derechos humanos de las Naciones Unidas ONU, que lo han declarado victima de detenciones arbitrarias por parte del Estado salvadoreño. Rais no es un delincuente prófugo. Que eso quede bien claro,- Rais es victima de la ambición de sus competidores, de los medios que publican dando por ciertas, cualquier tipo de acusaciones en su contra y se niegan a rectificar cuando estas resultan falsas. Rais es un ciudadano que tiene derecho a vivir y trabajar en su país sin temor a componendas judiciales. Rais es un ejemplo a seguir, que lucha desaforadamente porque se respeten sus derechos fundamentales y sus garantías constitucionales así como las de su entorno familiar.