Causa estupor en el mundo elogios a Hitler hechos por alto funcionario peruano

0
422

«Hitler convirtió a Alemania en la primera potencia económica del mundo», aseguró Aníbal Torres, lo que ha provocado un alud de críticas en el país

  • Agencias,. «Italia y Alemania eran igual que nosotros, pero en una oportunidad Adolfo Hitler visita el norte de Italia y Mussolini le muestra una autopista construida desde Milán a Brescia. Hitler vio eso, fue a su país y lo llenó de autopistas, de aeropuertos y convirtió a Alemania  en la primera potencia económica del mundo», aseguró sin pestañear el primer ministro del gobierno izquierdista de Pedro Castillo, Aníbal Torres, lo que ha provocado un alud de críticas y censuras en el país andino.

Más allá de esa declaración histórica tanto el presidente Castillo como el mismo Torres mantienen una gubernamental en El Perú con declaraciones e iniciativas populistas, que van desde alabar a Hitler hasta la propuesta presidencial de relevar los ministros que no esten de acuerdo o contradigan al mandatario.

A la perenne crisis política se han sumado en las últimas semanas las protestas sociales provocadas por la subida de los precios de los combustibles y alimentos. Al menos cinco personas han perdido la vida en enfrentamientos y disturbios, mientras camioneros, transportistas y agricultores protagonizan un nuevo frente antigubernamental.

La decisión inconstitucional de decretar el toque de queda en Lima para frenar las protestas agitó aún más el avispero social y político, lo que ha llevado a que el Congreso aprobara anoche con 61 votos a favor y 43 en contra la moción declarativa que exhorta a renunciar a Castillo. Según la última encuesta de Datum Internacional, el 76% de los peruanos desaprueba la gestión del abanderado de Perú Libre (PL), pero peor le va al Congreso, con el 82% en contra.

La embajada alemana reaccionó ante los elogios a Hitler, asegurando que este fue «un dictador fascista y genocida en cuyo nombre se llevó a cabo desde Alemania la peor guerra de todos los tiempos y se cometió un genocidio de seis millones de judíos».

La diplomacia israelí insistió en que «regímenes de terror y muerte no pueden ser muestras de progreso».