Caso corruptela duerme el sueño de los justos

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Por Eduardo Vázquez Bécker.- Editorial,. “Durmiendo el sueño de los justos” es una expresión (de origen griego) que originalmente hacía referencia a los jueces atenienses de quienes se decía que dormían en forma muy tranquila, porque no tenían cargos de conciencia, o sea que, como llevaban una vida ética y moral, nada los perturbaba.

En El Salvador, como en muchas otras partes, esa expresión la utilizamos en sentido traslaticio; por ejemplo, en vez de referirnos a los jueces nos referimos a las causas o procesos.- Están durmiendo el sueño de los justos, solemos decir cuando vemos pasar los días y las semanas y los meses y los años, sin una resolución definitiva que ponga fin a cualquier controversia. La aplicamos a cosas o situaciones para decir que están trancadas, dejadas de lado, “durmiendo” en el cajón ó escritorio de alguien, o sea que no avanzan ni a tragos ni rempujones. Nos referimos de manera especial a los juicios penales de interés político cuyos plazos parecen ser eternos en desmedro de la justicia y el debido proceso.

La situación es alarmante. Existen tribunales hacinados de procesos en los cuales solo constan los requerimientos fiscales, el auto de detención, con o sin otorgamiento de medidas y señalamiento de audiencia preliminar, que no “caminan” desde hace más de seis años, cosa que no ocurre en ninguna parte del mundo. Esos procesos “duermen el sueño de los justos”.

No se valen los pretextos ni las escusas. Cuando un juez no hace “caminar” un proceso o le pone fin a las argucias de las partes, deja de ser el juzgador y se convierte en cómplice. La Fiscalía también tiene su parte ya que a falta de elementos probatorios su reglamento le permite solicitar sobreseimientos provisionales o retirar los cargos formulados en defensa de la legalidad a la que está llamda a defender.

En el caso de los tribunales superiores la cosa es más grave por cuanto estos son los llamados a subsanar las fallas de sus inferiores, pero no siempre es así. En estas instancias muchos recursos de habeas corpus y de amparo, que por ser de categoría constitucional deben ser resueltos con prioridad,”duermen el sueño de los justos” y muchas veces sus resoluciones se dan cuando las causas del reclamo han desaparecido o cuando el impetrante ya ha fallecido.

El caso conocido como Coruptela, ideado y capitaneado por el exfiscal Duglas Meléndez, cuya ilegalidad ha sido demostrada hasta la saciedad, es un ejemplo clásico para ilustrar el tema del que estamos hablando. Sin prueba fiscal, con testigos “chabeliados” que luego se retractaron judicialmente y con un evidente motivo político, lleva más de cinco años sin definición judicial afectando los derechos constitucionales de treinta ciudadanos especialmente su deecho a ser considerados inocentes.

Finalmente, si la expresión griega “Dormir el sueño de los justos”, es dormir en paz, porque has actuado de manera ética, moral y justa, nos preguntamos si esta es aplicable a los jueces de El Salvador que advertidamente dejan pasar el tiempo por sobre el derecho o si, por el contrario, debemos decir que ellos padecen de insomnio por falta de las virtudes que se atribuían a los jueces atenenienses.