“Gracias, pero no”: Cinco razones por las que en Noruega no les interesa emigrar a EE. UU. como desearía Donald Trump

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La tormenta desatada después de que medios de su país lo citaran hablando de Haití, El Salvador y África como “países de mierda” y expresando su frustración porque no llegan más inmigrantes de “países como Noruega” tuvo respuesta en el país nórdico.

Y, claro, la respuesta desde el país nórdico no fue la más positiva para los deseos del presidente de Estados Unidos.

“A nombre de Noruega: gracias, pero no gracias”, dijo Torbjoern Saetre, un prominente político del Partido Conservador noruego, citado por la agencia Reuters.

Mientras que cientos de miles de noruegos emigraron a EE. UU. en el siglo XIX, solo 502 de una población de 5.3 millones de personas lo hicieron en el 2016, y 443 el año anterior.

El profesor Christian Christensen, un estadounidense que da clases en la Universidad de Estocolmo en la vecina Suecia, enlistó con ironía algunas razones por las que esa inmigración no puede darse.

“Por supuesto que a la gente de #Noruega le gustaría irse a un país en el que las personas son mucho más propensos a ser tiroteadas, viven en la pobreza, no tienen atención médica porque son pobres, no tienen permiso de maternidad pagado o guardería subvencionada, y tiene menos mujeres en el poder”, escribió en Twitter.

Y es que durante las últimas tres décadas, Noruega ha alcanzado uno de los mayores niveles de desarrollo y bienestar del mundo.

Estos son cinco aspectos de la vida de los noruegos por los que difícilmente querrían emigrar a EE. UU.

1. Sus altos ingresos personales

Los ingresos de los noruegos han visto un incremento medio de casi 69% de 1990 a 2016, un 10% más que lo que han visto los estadounidenses en ese periodo.

Según cifras del Banco Mundial, en 2016 el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de los noruegos fue de US$59 mil 384 en promedio, mientras que en 1990 era de US$18 mil 431.

El ingreso promedio per cápita de los estadounidenses en 2016 fue de US$57 mil 638, mientras que en 1990 era de US$23 mil 954.

Aunque no es mucha la diferencia, la desigualdad social es un factor de peso: el Índice Gini del Banco Mundial, en el que 0 es indicativo de una equidad perfecta y 100 el extremo contrario, le da un valor a Noruega de 26.8 y a EE.UU. de 41.

2. El país más feliz del mundo

Su frío clima no es precisamente paradisiaco, pero eso parece que no es un impedimento para que los noruegos se sientan en el mejor lugar del mundo.

El país noreuropeo fue colocado en el número 1 del Informe Mundial de la Felicidad 2017, en el cual Estados Unidos ocupa el lugar 14.

Noruega obtuvo un índice de felicidad de 7.54 puntos tras el análisis que evalúa ingreso per cápita, salud y expectativa de vida, libertad, generosidad, y apoyo social en un entorno de mínima corrupción en las instituciones privadas y del Gobierno.

Según el informe, la calificación de felicidad de los estadounidenses cayó un 5% en la última década para ubicarse el año pasado en 6.99 puntos.

“Los países felices son los que tienen un equilibrio saludable de prosperidad, medida convencionalmente y capital social, que significa un alto grado de fe en la sociedad, baja desigualdad y confianza en el Gobierno”, dijo el año pasado Jeffery Sachs, director de Desarrollo de Soluciones de Redes Sostenible que elaboró el informe.

3. Seguridad social y salud

Una de las batallas que ha tenido el presidente Donald Trump es eliminar el sistema de seguridad social de su predecesor, Barack Obama, pues considera que el llamado Obamacare es un sistema costoso para el Gobierno.

Los estadounidenses no cuentan con acceso gratuito al médico, sino que tienen que pagar un generalmente muy caro seguro de salud para poder acceder a consultas, medicamentos y tratamientos.

En cambio en Noruega, el acceso a la atención médica es gratuito a través del Sistema Nacional de la Seguridad Social, el cual cubre a toda persona que tenga residencia legal en el territorio, incluso los extranjeros.

Otro beneficio social contrastante es la maternidad, pues mientras que en Noruega una mujer puede ausentarse de su trabajo hasta 45 semanas con 80% de su sueldo; en EE. UU. no cobran ni un dólar, según cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Las estadounidenses por ley gozan de hasta 12 semanas de ausencia laboral, pero no pueden exigir que su empleador siga cubriendo su salario y tampoco existe ningún programa social federal para la maternidad, indica la OIT.

4. Menos homicidios

Como señalaba el profesor Christensen, en Estados Unidos es más probable que una persona sea víctima de un homicidio que en Noruega.

El más reciente Estudio Global del Homicidio, de la Oficina de la ONU contra las Drogas y el Delito, mostraba una tasa de 4.88 homicidios por cada cien mil habitantes en el país norteamericano.

El 60% de los homicidios intencionales en ese país se efectuaron con un arma de fuego, según las cifras de Naciones Unidas.

En las ciudades de más de 200 mil habitantes, con índices de pobreza superiores al 25%, la tasa de homicidios se eleva a 24.4, según un reporte de la Iniciativa para la Solución de la Pobreza de la Universidad de Michigan.

En cambio, la tasa de homicidios intencionales en Noruega se ubica alrededor de 2.2 por cada cien mil habitantes, con el número más alto de casos en su ciudad más grande, Oslo: 19 homicidios.

5. Acceso a la educación gratuita

Cuando Donald Trump lanzó su candidatura, en 2015, dijo que EE. UU. se estaba convirtiendo en un país del tercer mundo por su desempeño en materia educativa.

Aunque es la sede de decenas de las mejores universidades del mundo, eso no implica que el país tenga los mejores resultados en las pruebas internacionales, además de que casi todas las instituciones de educación superior son privadas.

De acuerdo con un estudio realizado en el marco del Programa Internacional para Evaluación de Competencias, la primera potencia tuvo un desempeño mediocre al evaluar capacidad de lectura y habilidad numérica.

Entre aquellos que no habían terminado la secundaria, los estadounidenses estuvieron entre los cinco países con peores resultados; mientras que entre los que sí habían terminado estos estudios quedaron por debajo de la media.

Noruega, con sus ocho universidades y 24 colegios superiores gratuitos, estuvo por encima de la media en la evaluación sobre habilidades numéricas, mientras que los estadounidenses estuvieron consistentemente por debajo del promedio.

Más aún, EE. UU. quedó en último lugar tanto entre aquellos que no concluyeron la secundaria y los que sí la terminaron.

Un funcionario del gobierno de Noruega, a solicitud de comentarios acerca de las esperanzas de Donald Trump de que hubiera más migración noruega, dijo: “Respetuosamente, declinamos la oportunidad”.

Y la agencia de estadísticas de Noruega, que entre sus funciones tiene el registro de la emigración, lanzó una pregunta en Twitter: “¿Habrá más ahora?”.