Por Eduardo Vázquez Bécker.-
El presidente de la República, Nayib Bukele, desafió a los empresarios que reclaman por una vuelta gradual a la normalidad, diciéndoles que “aunque griten” no es tiempo de abrir la economía. El mandatario afirmó esta noche en cadena nacional de radio, televisión y medios digitales, que su gobierno no abrirá la economía, pese al rechazo manifestado por algunos empresarios al respecto. Bukele los acusó de financiar a diputados en sus campañas políticas, para lograr apoyos legislativos.
Bukele apareció solo, en una cadena de radio y televisión de 40 minutos, para referirse a los efectos de la pandemia en otros países y sobre los efectos que tendría para El Salvador, si se interrumpe la cuarentena domiciliar y se libera la apertura de los comercios y el transporte público.
No dijo qué pasaría si la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, accede a la petición de la Fiscalía General de la República FGR, de que suspenda de inmediato el nuevo decreto que prorroga el Estado de de Emergencia. Tampoco opinó sobre lo que ocurriría si la Asamblea Legislativa recoge el tema en su plenaria de este lunes y decide derogar el decreto de Estado de Emergencia aprobado por el ejecutivo.
De igual manera, el presidente Bukele hizo caso omiso de la denuncia de la Fiscalía General de la Repúblico que lo acusó de estar usurpando facultades legislativas. Ne las ultimas declaraciones de la Ata Comisionada parfa los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michel Bachelet, quien lo señaló de estar socaando el Estado de Derecho en El Salvador con el pretexto del combate a la pandemia del COVID-19
Utilizando su habilidad histriónica, el presidente Bukele pidió a los telespectadores “desojarse de toda vergüenza”, de cerrar los ojos y meditar sobre los sentimientos que podrían experimentar ante el fallecimiento por el coiv-19, de cualquiera de sus seres queridos, esto con el evidente deseo de que apoyaran sus decisiones.
Bukele aseguró estar consciente del impacto económico que tendrán las medidas, pero invitó a los empresarios salvadoreños «poner en perspectiva el valor de la vida frente a un escenario de contagio. «¿Cuánto pagaría porque no pasara? ¿Cuánto dinero estaría dispuesto a perder?», añadió.