Juez ordena capturar a militar que dijo ser responsable del asesinato del arzobispo Romero

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El juzgado 4to de Instrucción ordenó el martes la detención del capitán Álvaro Saravia Merino, presuntamente responsable del homicidio del arzobispo Monseñor Óscar Arnulfo Romero el 24 de marzo de 1980.

El arzobispo fue canonizado hace apenas unos días por el Papa Francisco y se convirtió en un ícono de la Iglesia católica en América Latina por sus llamados para frenar la violencia en su país.

El juez Rigoberto Chicas valoró que existen elementos suficientes para imputar a Saravia, un militar de 78 años, que padece de esquizofrenia y paranoia (según reportes clínicos del Hospital Militar Central de San Salvador), por su supuesta participación en la ejecución de Monseñor Romero mientras oficiaba una misa en la capilla de un hospital para pacientes con cáncer.

“El juez libró oficio al director de la policía nacional, al departamento de disposiciones judiciales y a la Interpol de El Salvador a fin de que procedan a la búsqueda, ubicación y captura del imputado Álvaro Rafael Saravia Merino”, dijo el jefe de prensa de los tribunales, Ulises Marinero.

Fuentes consultadas en tribunales dijeron no saber dónde se encuentra Saravia y que la policía es la encargada de investigar sobre el tema.

La investigación del crimen de Romero se inició en 1980 y hasta el momento sólo se conoce la supuesta participación del capitán Saravia.

El caso fue reabierto en mayo de 2017, un año después que la Corte Suprema de Justicia dejara sin efecto una polémica Ley de Amnistía de 1993 que impedía que los responsables de crímenes de guerra fueran investigados, procesados y encarcelados.

El tribunal también exhortó a la Fiscalía para que investigue a otros posibles autores y participantes en el crimen del religioso.

Trump cortó ayuda a los países del Triángulo Norte Centroamericano por dejar pasar caravana migrante

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Molesto por el avance de la caravana de más de 7000 centroamericanos hacia Estados Unidos, y envalentonado en plena campaña electoral, el presidente Donald Trump recicló su retórica ácida contra los inmigrantes y anunció que recortará la asistencia a Guatemala, Honduras y El Salvador porque no lograron frenar el éxodo desde una de las regiones más violentas hacia la primera economía mundial.

Cuando faltan dos semanas para que ponga en juego el control del Congreso en las urnas, Trump reforzó su azote verbal a la caravana al afirmar, sin brindar evidencias, que entre los migrantes había «criminales», miembros de la pandilla MS-13 y personas «desconocidas» de Medio Oriente, y que había alertado al ejército de que se trataba de una «emergencia nacional».

La última movida de Trump representa la escalada más contundente en contra de los migrantes que avanzan en México y Guatemala hacia la frontera sur de Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia. Trump, que había presionado a los países de Centroamérica para que frenaran el éxodo, decidió concretar ahora una de sus principales amenazas al cerrar la asistencia financiera, un giro en la política exterior de la Casa Blanca que tensa los lazos con América Latina y podría incluso llegar a agravar los problemas que llevaron a los migrantes a emprender su viaje al norte.

«Guatemala, Honduras y El Salvador no pudieron hacer el trabajo de impedir que las personas salgan de su país y lleguen ilegalmente a los Estados Unidos. Ahora comenzaremos a reducir, o reducir sustancialmente, la masiva ayuda extranjera que se les da habitualmente», tuiteó el presidente.

Estados Unidos tiene prevista una asistencia por unos US$182 millones para Guatemala, Honduras y El Salvador para el corriente año fiscal, casi todos fondos destinados a programas de desarrollo económico, según cifras del Departamento de Estado. Trump dejó fuera de su anuncio a México, un socio estratégico de Washington.

«No hicieron nada por nosotros. ¡Nada!», se quejó Trump en un breve intercambio con la prensa en los jardines de la Casa Blanca, al lamentar los «cientos de millones de dólares» girados a los tres países centroamericanos. Luego, dijo que si los periodistas llevaran cámaras a la caravana encontrarían «de todo».

«Van a encontrar MS-13, van a encontrar gente de Medio Oriente, van a encontrar de todo. ¿Y saben qué? No vamos a dejar que entren en nuestro país», advirtió.

Fiel a su retórica xenófoba y a sus mensajes que vinculan la inmigración con el delito, uno de los sellos de su campaña presidencial y ascenso político, Trump ya había dicho más temprano en otro tuit que dentro de la caravana había «delincuentes» y «desconocidos» de Medio Oriente, una mención que pareció sugerir la presencia de terroristas.

«Lamentablemente, parece que la policía y los militares de México no pueden detener a la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos, donde delincuentes y desconocidos de Medio Oriente están mezclados. He alertado a la patrulla fronteriza y al ejército de que se trata de una emergencia nacional. ¡Deben cambiar las leyes!», afirmó el mandatario en otro tuit.

La nueva ofensiva de Trump ocurrió horas antes de un acto de campaña en Texas, uno de los principales estados de ingreso de los migrantes por la frontera sur, donde el magnate compartió el escenario con el senador Ted Cruz, quien busca la reelección y ha enfrentado una dura campaña por parte del congresista demócrata Beto O’Rourke.

Discurso de la Presidenta de la SIP María Elvira Domínguez

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Buenas tardes, queridos colegas, amigas y amigos.

Es para mí un gran honor y una inmensa responsabilidad ser elegida a la Presidencia de la SIP, la que asumo con el compromiso y la dedicación que merece una institución comprometida por mas de 70 años con la defensa y promoción de la libertad de prensa.

Agradezco a mi familia Luis Fernando, Luis Felipe y Mariana -aquí presentes- por su entrañable apoyo, y a todos mis colegas del diario El País de Cali que han entendido la importancia de asumir esta prestigiosa misión. Con orgullo y respeto seguiré la huella de mis connacionales, Luis Gabriel Cano y Enrique Santos Calderón, quienes me antecedieron en esta importante tarea.

Muchos de los medios de comunicación que estamos aquí hemos necesitado el respaldo de la SIP para enfrentar desafíos de toda índole. Unos de carácter político, otros de agresiones y violencia otros de carácter legal, todos para enfrentar a quienes buscan nuestro silencio. Y en cada circunstancia la SIP ha estado presente apoyando, informando, defendiendo nuestras libertades.

Fue esa historia de defensa, protección, unidad y solidaridad de la prensa la que me llevó a acercarme a la SIP hace 10 años.

Llegué en el 2008 a Madrid, sede de su asamblea general ese otoño, de la mano de Nora Sanín, por entonces directora ejecutiva de Andiarios de Colombia. Fui recibida con entusiasmo y con los brazos abiertos por muchos de ustedes, ahora mis amigos. En especial por alguien que dejó una huella grande en esta institución y en nuestros corazones.

Me refiero a Claudio Paolillo, quien me ayudó a ubicarme y a buscar la mejor forma de contribuir, además de brindarme su amistad. Agradecí mucho a Claudio cuando todavía estaba entre nosotros.

Él me contagió su pasión por la libertad de prensa, la defensa de los derechos humanos y por la inobjetable necesidad de una prensa libre para la existencia y el fortalecimiento de la democracia.

Así como Claudio, muchos de ustedes, con largas trayectorias y entrega al servicio de la SIP como Ed Seaton, Danilo Arbilla, Raúl Kraiselburd, Scott Schurz, Susan McClatchy, entre muchos otros, me contagiaron de ese respeto, admiración y aprecio por nuestra querida Sociedad Interamericana de Prensa.

En sus más de siete décadas, los logros de la SIP han tenido repercusión mundial.

La SIP ha sido gestora de iniciativas legislativas tales como la federalización de crímenes en México, la creación de fiscalías especiales y sistemas de protección a periodistas en varios países y el agravamiento de penas contra esos delitos. Y ha liderado importantes acciones que han conducido a evitar la prescripción de crímenes contra periodistas como Guillermo Cano y Gerardo Bedoya en Colombia.

Su logro mas reciente, el fallo de la Corte Interamericana de marzo pasado, primero en el caso de un periodista que responsabilizó al Estado de Colombia por el crimen impune de Nelson Carvajal, creando un importante precedente jurídico para avanzar en la condena a otros crímenes contra periodistas.

Ya que estoy entre amigos, quiero confesarles que mi mayor preocupación al asumir la presidencia de la SIP es que no me embargue el sentimiento de impotencia frente a la realidad de las libertades cercenadas en Venezuela y Nicaragua, que muy bien describió Danilo Arbilla.

¡¿Qué más podemos hacer, distinto a continuar visibilizando la realidad y expresando solidaridad y rechazo?! Responder esta pregunta será uno de mis mayores retos.

Esta realidad sumada al asesinato de 30 periodistas en lo corrido de este año, dibujan un panorama devastador para el ejercicio del periodismo. Pero la historia nos ha demostrado que siempre hay algo mas que la SIP puede hacer.

Debemos continuar enfocados en casos como el de Cuba donde la represión estatal ha aumentado; el de Venezuela donde el gobierno continúa violando los derechos humanos de sus ciudadanos y el de Nicaragua, donde hemos denunciado que las libertades son vulneradas como consecuencia de una campaña de agresión sistemática del gobierno.

Atención especial seguirán mereciendo las situaciones en México donde la cifra de periodistas asesinados y desaparecidos sigue en aumento, la de Honduras que continúa siendo unos de los países más peligrosos para ejercer el periodismo y Brasil donde los asesinatos y hostigamientos a los periodistas no cesan.

A la lista de urgencias se suma el caso de los Estados Unidos, cuyo presidente fustiga constantemente a los principales medios de comunicación y a periodistas por sus críticas, calificándolos de «enemigos del pueblo».

En Colombia quienes ejercemos el periodismo nos enfrentamos permanentemente a las amenazas, al secuestro e intimidaciones de las bandas criminales implicadas en el tráfico de drogas, de los grupos armados ilegales y de políticos vinculados con la corrupción que intentan impedir la labor de los medios de comunicación que investigan y denuncian sus actividades delictivas. Los desafíos que enfrentamos son cada día más grandes.

El desarrollo de la tecnología digital ha inundado de redes sociales la vida de los ciudadanos. Sin duda, hay allí un gran adelanto en el libre y democrático flujo de las ideas y de su expresión, pero también ha dado paso a la irresponsabilidad mediante la multiplicación de aparentes noticias que desconocen la verdad, crean confusión y desinforman.

Frente a ello es vital reivindicar nuestro papel como responsables del periodismo riguroso que tiene en la verdad su razón de ser, como los mejores aliados en la lucha de la democracia contra la corrupción y las mafias.

Por eso, los medios de comunicación que nos reunimos en la SIP somos los llamados a liderar y defender la validez y vigencia del ejercicio del periodismo serio, veraz y de calidad.

Quiero agradecer a Gustavo Mohme quien tuvo la gran responsabilidad de orientar por dos períodos nuestra institución de manera ejemplar. A él y a todos ustedes quiero expresarles que defenderemos los principios sobre la libertad de expresión contenidos en la Declaración Digital, recientemente expedida, para garantizar que las libertades que defendemos se mantengan y sean respetadas en las plataformas tecnológicas.

Durante los últimos años tuve el honor de presidir la Comisión de Desarrollo Estratégico. Junto a un gran equipo de socios de la SIP a los que agradezco su trabajo, analizamos de manera juiciosa la necesidad de mantenernos a la vanguardia mediante una transformación soportada en el desarrollo de proyectos que garanticen la sostenibilidad y el liderazgo de nuestra organización.

Esa es una tarea que nos sintoniza con lo que está sucediendo en las organizaciones de medios que representamos, obligadas a innovar, a reorganizarse y a reinventarse para mantenerse vigentes ante los retos que surgen de las nuevas realidades tecnológicas.

En ese orden de ideas, la SIP debe seguir promoviendo la innovación y acompañando a sus asociados en procura de afianzar su papel como organización defensora de la libertad de expresión en la región, y de brindarles más y mejores servicios a ellos que son el corazón y su razón de ser.

Uno de nuestros principales retos será sacar adelante el proyecto del Índice Chapultepec de Libertad de Prensa en las Américas que servirá de herramienta para medir los asuntos legales y judiciales más importantes en la región. Esperamos que los resultados del primer índice estén disponibles para octubre de 2019, cuando celebraremos los 25 años de la Declaración de Chapultepec.

Trabajaremos también en el Plan de Mercadeo y Comunicación que busca darle mayor visibilidad al impacto que producen las luchas de la SIP en nuestras sociedades. Así mismo, promoveremos el diseño y construcción de la plataforma digital interna la cual permitirá a nuestros socios intercambiar información sobre mejores prácticas y casos de éxito que ayuden al desarrollo de nuevos modelos de negocios.

Impulsaremos el proyecto «Justicia para Todos», diseñado en conjunto con la organización estadounidense Robert F. Kennedy Human Rights, que prestará servicio legal a los casos de la SIP ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Por supuesto que será un desafío obtener los recursos para llevar a cabo los proyectos que emprendamos. Será necesario entonces asignar una porción de los recursos generados por las inversiones propias para impulsarlos, con la tranquilidad de que una vez se produzcan resultados plausibles, será más fácil encontrar fondos externos para su sostenimiento. Lo importante es comenzar para ver los frutos de la evolución de nuestra organización.

Bajo la premisa que la dinámica de innovación y mejoramiento continuo jamás debe detenerse, he decidido crear un equipo de innovación que ayude a encontrar nuevas oportunidades y planes de mejoramiento que se enfoquen en la evolución y transformación de la SIP, tal como lo estamos haciendo cada uno de nosotros con nuestras empresas.

He pedido a Matt Sanders, Gabriela Vivanco, Diego Quijano y Chris Barnes que hagan parte de este nuevo equipo, a quienes agradezco su aceptación y colaboración.

Además, estaré acompañada por las comisiones y sus presidentes. Estas estarán presididas por los siguientes colegas a quienes agradezco inmensamente su acompañamiento y compromiso:

Continuará presidiendo la Comisión de libertad de Prensa e Información Roberto Rock quien ha ejercido con valentía y compromiso esta presidencia durante los últimos años.

La Comisión de Chapultepec será presidida por Roberto Pombo y en la de impunidad me seguirá acompañando Juan Francisco Ealy Lanz Duret. Miguel Henrique Otero continuará presidiendo la Comisión de Asuntos Internacionales. Mientras que Marcel Granier hará lo propio en la Comisión de Premios.

Al frente de Comisión de Finanzas y de Auditoria continuarán Hugo Hollman y María Eugenia Mohme respectivamente.

Para presidir la comisión de nuevos socios he invitado a Gabriela Vivanco y Diego Quijano estará al frente de la Comisión de Recaudación y Recursos.

Y con Martin Etchevers quien presidirá la Comisión de Asuntos Legales.

Ellos se unirán a:

Maria Catalina Saieh en el Fondo de Becas, Ernesto Kraiselburd en el Instituto de Prensa, Jose Roberto Dutriz como presidente del Comité Ejecutivo, Christopher Barnes, primer vicepresidente de la SIP y a Jorge Canahuatti como segundo vicepresidente.

Quienes han sido elegidos por la Asamblea.

Y por supuesto, con la Dirección de Ricardo Trotti, con su conocimiento y experiencia, su inmenso compromiso y voluntad de colaboración, su capacidad de liderazgo y su innegable don de gentes.

Estimados amigos y compañeros. Hay grandes retos, propios de las grandes organizaciones como la nuestra. Y no tengo duda que seguiremos avanzando a paso firme en nuestro propósito de continuar siendo la más importante organización en la defensa de la libertad de prensa y expresión en las Américas.